CASO MARITA VERÓN: SE CUMPLEN 20 AÑOS DEL SECUESTRO QUE DEVELÓ LA MAFIA DE LA TRATA
Un hecho más en nuestro país que deja claro que la justicia no funciona. María de los Ángeles “Marita” Verón fue secuestrada el 3 de abril de 2002. Su paradero hoy es un misterio y su búsqueda se convirtió en un símbolo de la lucha contra la trata.



Hace ya 20 años que María de los Ángeles “Marita” Verón salió de su casa hacia el hospital de la ciudad de San Miguel de Tucumán y fue raptada en un automóvil por un grupo dedicado a la trata de personas. A partir de ese día, el 3 de abril de 2002, sus padres comenzaron una intensa búsqueda que aún continúa.
Por aquellos años, Daniel Verón y Susana Trimarco participaron de decenas de allanamientos a prostíbulos. Ella se llegó a disfrazar de madama y rescató a cientos de chicas que lograron salir de ese infierno. A muchas les dieron alojamiento en su propia casa y les brindaron la ropa de sus hijos. Sin embargo, hoy, a dos décadas del secuestro, la justicia aún no logró descubrir el paradero de Marita Verón.
¿Qué pasó realmente con Marita Verón?
El 3 de abril de 2002 Marita Verón, de entonces 23 años, salió de su casa del centro de Tucumán para hacerse un estudio, cuando en una esquina apareció un auto, le pegaron un culatazo y la secuestraron. Al pasar las horas, sus padres comenzaron a preocuparse por su ausencia y la buscaron por la zona, aunque en la comisaría no les quisieron tomar la denuncia.
Gracias a la ayuda del entonces comisario tucumano Jorge Tobar, a quien el padre de Marita conocía del secundario, se pudo saber que la joven había sido vista tres días después del secuestro, a kilómetros de su casa. Le habían puesto tacos y tambaleaba, como drogada.
A partir de allanamientos y testimonios, se supo también que Marita había sido subida a un patrullero en la localidad de La Ramada, donde había llegado tras escapar de una fiesta de explotación sexual. Según cuenta el libro La red: la trama oculta del caso Marita Verón, de Sibila Camps, el jefe de la comisaría mandó a levantarla, la metió en un colectivo de media distancia y la trasladó de nuevo a Tucumán.